sexta-feira, 17 de julho de 2009

¿Qué diferencia hay entre "tener miedo a" y "tener miedo de"?

© Justo Fernández López

FORO DE CONSULTAS - ARCHIVO

¿Podría decirme qué diferencia hay entre "tener miedo a" y "tener miedo de"?. En algunas gramáticas he encontrado la siguiente: diferencia: tener miedo a alguien vs. tener miedo de algo. Pero esto no me ayuda mucho ya que yo puedo decir lo siguiente: tengo miedo a la muerte, le tengo miedo a mi madre; o tengo miedo de morir, tengo miedo de mi madre. Yo no encuentro ninguna diferencia ¿O se debe esto a que uso mal estas expresiones por ser de América del Sur?

Algunos sustantivos, como amor, odio, terror, miedo, etc., pueden llevar un complemento preposicional con a si designan el objeto de la acción de amar, odiar, temer, etc., y con de si designa el sujeto de esta acción:

miedo a la madre

= el miedo que alguien tiene a su madre

miedo de la madre

= el miedo que la madre tiene a alguna cosa

Genitivo objetivo = cuando se trata de una cosa a la que se le tiene miedo: el miedo a la guerra / el miedo de la guerra. Se trata de un genitivo objetivo porque la guerra no puede tener miedo, sino que se le tiene miedo a la guerra.

Genitivo subjetivo = cuando se trata de un sujeto que tiene miedo: el miedo de la madre puede significar ‘el miedo que tiene la madre a alguna cosa’.

Las preposiciones a y de pueden neutralizarse cuando de tiene valor de genitivo objetivo, como en los ejemplos siguientes:

el miedo de los perros

el miedo a los perros

por miedo de que le mordiera el perro

por miedo a que le mordiera el perro

Pero el sustantivo miedo se construye normalmente con la preposición de cuando se trata de un complemento verbal:

tiene miedo de que se caiga el hijo por al balcón

tiene miedo de hablar con él

y con la preposición a cuando se trata de un complemento nominal:

el niño tiene miedo a los forasteros

pero también en la práctica se oyen sin extrañeza construcciones como

tiene miedo a equivocarse

tengo miedo de los perros

En la práctica, tanto en España como en Hispanoamérica, se usan las dos preposiciones de forma indiferenciada cuando no hay peligro de anfibología o confusión entre genitivo objetivo y subjetivo:

miedo a alguien

miedo a morirse

miedo de alguien

miedo de morirse

miedo por el enfermo

En alemán sería:

miedo a / miedo de = ‘Angst vor ...’

miedo por = ‘Angst um ...’

Miedo:

a) angustia ante un peligro real o imaginario: tener miedo al perro, tener miedo a la oscuridad.

b) recelo ante algo que uno no quiere que suceda: no dejo aquí la maleta porque tengo miedo de que me la roben.

Régimen preposicional:

tener miedo a la gente

tener miedo a la muerte

tener miedo a morirse

el niño tiene miedo a la oscuridad

el niño tiene miedo de que su madre lo castigue porque ...

cundo viaje en avión tiene miedo de que ocurra un accidente

los gatos tienen miedo al agua

Hay en algunas expresiones una pequeña diferencia de sentido según la preposición que se emplee:

tener miedo a quedar solo en casa

[teme que lo dejen solo en casa]

tener miedo de quedar solo en casa

[cuando se queda solo en casa, tiene miedo]

Expresiones:

mearse de miedo

morirse de miedo

temblar de miedo

ciscarse de miedo

·

«El complemento de ciertos sustantivos, como amor, odio, terror, miedo, etc., se puede construir con a si designa el objeto de la acción de amar, odiar, temer, etc., y con de si designa el sujeto de esta acción:

el amor de Dios / el amor a Dios

el odio a Juan / el odio de Juan

el temor a los enemigos / el temor de los enemigos

En los ejemplos con a se trata del amor o del odio, etc., que tenemos a Dios o a Juan; en los ejemplos con de, del amor que Dios nos tiene, etc. Ahora bien, puede haber neutralización cuando el genitivo es objetivo. Un caso claro de neutralización lo tenemos en las frases siguientes: el temor a la guerra, el temor de la guerra. Es evidente que la guerra no puede temer. [...]

Las preposiciones a y de pueden neutralizarse cuando de tiene valor de genitivo objetivo, como en los ejemplos siguientes:

y alguna persona – quizá una mujer joven y tierna – apretase el brazo de su marido

y alguna persona – quizá una mujer joven y tierna – apretase el brazo a su marido

la admiración de sor Máxima me duele

la admiración a sor Máxima me duele

el miedo de los toros vuelve

el miedo a los toros vuelve

por miedo de que fuera inútil

por miedo a que fuera inútil.»

[López, María Luisa: Problemas y métodos en el análisis de preposiciones. Madrid: Editorial Gredos, 1970, p. 157 y 159]

·

«miedo: se construye en general con “de” con un complemento verbal:

tiene miedo de que me entere

tiene miedo de venir

y con “a” con un complemento nominal:

tiene miedo a los fantasmas

pero también se oyen o leen sin extrañeza construcciones como

tiene miedo a equivocarse

tengo miedo de los toros.»

[María Moliner: DUE, vol. 2, p. 411]

temor

temor al agua

temor del agua

temor a la muerte

temor de la muerte

temor de Dios

temor a las consecuencias

Se prefiere la construcción con a, con que se evita la posibilidad de anfibología [doble sentido].

Cuando se trata de una especificación de la clase de temor, se usa la preposición de

el temor de Dios

[solo puede significar el temor al castigo de Dios]

el temor de su padre

[tendría doble sentido: el temor que tiene su padre a alguna cosa o el temor que tiene el hijo a su padre]


http://culturitalia.uibk.ac.at/hispanoteca/Foro-preguntas/ARCHIVO-Foro/Miedo%20a%20-%20miedo%20de.htm

domingo, 12 de julho de 2009

Apuntes de gramática. El verbo

http://elarlequindehielo.obolog.com/apuntes-gramatica-verbo-128879

El verbo.

Hoy en día el verbo está considerado la palabra más importante de la oración. Por eso, no te queda otra que estar al loro y conocerlo; aunque te dé yuyo, tienes que aprendértelo. Recuerda: No es tan fiero el león como lo pintan.

Pero, ¿para qué sirven los dichosos verbos? ¿qué indican? Los verbos indican acciones (cantar, correr, estudiar...), estados físicos y anímicos ( sufrir, tener hambre, sed), etc. Su característica más importante es que sitúan las acciones en un tiempo determinado. Pongamos algunos ejemplos:

El verbo ser, uno de los comodines más habituales, lo utilizamos para expresar cualidades:

Ana es fantástica. Ese libro es muy interesante. También lo podemos utilizar para identificar a personas u objetos: ¿Qué es eso que traes ahí? Es una cámara digital.

¿ Y el verbo tener? Este también tiene su protagonismo en nuestra lengua. Se usa, por ejemplo, para describir a personas, cosas u lugares: ¡Qué ojos más bonitos tienes! Yo tengo muchos juegos en mi casa. Y así sucesivamente.

En cuanto a la forma que tienen, son un verdadero galimatías, ya lo sé. Esta clase de palabras es distinta a las otras, ya que tienen muchos morfemas verbales. Si los sustantivos tienen género y número; los adjetivos, género, número y grado; los verbos tienen la tira de morfemas, porque tienen que darnos más información.

En el verbo encontramos:

La persona. Gracias a este morfema nos enteramos de quién nos habla (primera, el emisor; segunda, el receptor; tercera, el que no participa directamente, o sea, el que se queda fuera, no es ni emisor ni receptor).

Pero por si no fuera poco, los verbos pueden no tener persona, al igual que en otras lenguas. Lógicamente a estas formas se las conoce como formas no personales. Son el infinitivo, el gerundio y el participio: cantar, haber cantado; cantando, habiendo cantado y, finalmente, cantado.

El primero te tiene que sonar, o mal andamos, porque es el que aparece en los diccionarios, cuando buscas un verbo. En castellano tenemos tres tipos de conjugaciones, y el tipo de conjugación nos lo chiva el infinitivo. Así, los verbos pueden pertenecer a la primera conjugación ( ar, cantar), a la segunda ( er, beber) , o bien, a la tercera ( ir, vivir). Es importante que te familiarices con ellas porque onocerlas te ayudan a conjugar los verbos.

El núJaredmero: Al igual que el sustantivo y el adjetivo indica si la acción es singular o plural.

Nosotros somos cinco, para la jugada. Aparece en plural. Tú serás a partir de hoy mi mejor amigo. Como puedes ver, está en singular.

El tiempo. Es el morfema más valioso del verbo. Indica si lo que se dice se ha realizado ya, se está realizando o se realizará en el futuro.

Pero ¡ojo!, no seas pillo. Cuando reconozcas un verbo, no digas sólo que es presente, pasado o futuro; porque esa es la respuesta de los cobardes e indica que no te los has estudiado. Tienes que decir el tiempo exacto, sin titubeos. Ningún profesor te aprobará el examen si dices:

Había estudiado: 1ª o 3ª del singular del verbo estudiar, tiempo pasado.

¿Tiempo pasado? Pero ¿qué tiempo? Imperfecto, pretérito perfecto simple, pluscuamperfecto, etc. Esa respuesta no vale y demuestra que no te sabes los verbos.

Modo: Nos dice con qué espíritu abordamos la acción, estado o proceso. Si el verbo está en indicativo, lo que se nos dice se ve como cierto. La acción se presenta como real, o sea, que es bastante seguro que se produzca, se haya producido o vaya a pasar.

Mañana salgo para Praga (Es un hecho evidente, al menos así lo ve el interlocutor, el que nos habla)

Sin embargo, cuando el modo es el subjuntivo lo que decimos no está tan claro, es dudoso, probable. También puede ser lo que deseamos pero no sabemos si lo vamos a conseguir o no. Ojalá salga mañana para Praga (La acción se presenta en subjuntivo).

Y ahora no me pongas esa cara. El subjuntivo es el modo que más empleas inconsciente o conscientemente, no tienes ninguna excusa para no sabértelo, es más, deberías sabértelo de corrido, de tanto haberlo usado.

Es el modo que empleamos para indicar deseo, duda, temor, probabilidad. Espabila y fíjate. ¿Cómo te sentirías sin poder expresar tus sentimientos, deseos o dudas?. Estás dispuesto a sentirte un cero a la izquierda. Yo creo que no.

He aquí ejemplos de oraciones en subjuntivo:

Quizá vaya a verte.

Es posible que apruebe el examen.

¡Pues qué bien que hayas venido¡

¡Ojala hubiera estudiado más el año pasado¡

Si hubiese estudiado más, ahora no la tendría pendiente.

¡Que le parta un rayo! No lo aguanto.

Si a mí, me tocase la lotería, me iría de crucero durante un año.

Y nos queda aún un modo, aunque ese nos guste menos. Se trata del imperativo que usamos para dar órdenes. Es cierto que esas órdenes las podemos suavizar con el uso de expresiones como por favor, si no le importa, etc. Todo es cuestión de educación. Pedir algo como una sugerencia hace más efecto en ocasiones, que dar un grito de guerra.

Haced el favor de salir de la clase en orden.

Pero el castellano tiene una peculiaridad. Si negamos la orden, vuelve a aparecer el modo subjuntivo: Si no te importa, no pongas la música tan fuerte.

Por lo tanto, el imperativo casi se aprende sin querer y también a fuerza de oírlo continuamente: Haz el favor de mantener tu cuarto ordenado. Cierra la puerta con cuidado, etc.

Ten en cuenta que órdenes oímos muchas a lo largo del día.

Resumiendo, el subjuntivo se usa con:

-Verbos y construcciones que expresan deseos: ¡ Ojala no haya más guerras!

-Verbos y expresiones que expresan probabilidad: Puede que no venga hoy.

- Expresión de sentimientos, emociones y valoraciones: Siento mucho que Alberto no vaya al concierto. No me importa que lo sepa. Me importa tu rendimiento.

-Expresiones que sirven para valorar acciones: Es lógico que construyan pisos.

El aspecto: El aspecto verbal nos indica simplemente si la acción está terminada o no. Veamos:

Mañana nos iremos al cine. Claramente la acción es imperfecta, y se dice que el aspecto es imperfectivo, porque todavía no lo hemos realizado. Es algo de cajón.

Ahora escucha este otro ejemplo: Ayer nos fuimos al cine. El aspecto verbal es perfectivo, porque esa acción ya la hemos hecho, ya está terminada.

Puede que no te parezca tan fácil porque existe una forma verbal que mosquea bastante a los estudiantes al indicar una acción imperfecta en pasado y eso cuesta asimilarlo. Pero si observas el título del tiempo verbal, el mismo ya nos da una pista sobre cuál es su aspecto: Pretérito imperfecto, o sea, pasado imperfecto, inacabado.

Había una vez un rey... Es el típico tiempo verbal que se utiliza para comenzar una narración y abrir un agujero en el tiempo hacia el pasado, para que vivamos la aventura.

Por último, nos queda la voz. Sí, la voz. Aunque la usemos poco, debemos saber exactamente qué es lo indica. Existen dos tipos de voces, como también existen dos formas de actuar o realizar acciones, participando plenamente en ellas, de ahí, voz activa; o permaneciendo impasibles, a verlas venir, voz pasiva.

Cuando decimos que un verbo está en voz activa, estamos diciendo que en esa frase el sujeto realiza la acción.

Ana ganó el premio de literatura. Ella es la participante y la que gana. Sin embargo, si decimos que El premio fue ganado por Ana, el premio no realiza ninguna acción, es el que es ganado por...o sea que es un sujeto paciente, y la oración está en pasiva.

Veamos otros ejemplos:

El huracán arrasó la costa de California. El huracán es el que arrasa, el verbo está en activa.

La costa de California fue arrasada por el huracán. El verbo está en pasiva.

arthur-conan-doyle-sherlock-holmes.jpg

Después de todo este rollo que te he soltado, vamos a ver algunos ejemplos para que puedas ver cómo se hace el análisis.

canté: primera persona del singular del pretérito perfecto simple de indicativo del verbo cantar. 1ª conjugación. Aspecto perfectivo. Voz activa.

cante: primera persona del singular del presente de subjuntivo del verbo cantar.

1ª Conjugación. Aspecto imperfectivo. Voz activa.

Ahora puedes pensar que te estoy tomando el pelo, pero te equivocas, he puesto el ejemplo aposta para que te des cuenta de que no es lo mismo canté ( con acento) quecante ( sin acento)

Ayer canté en el espectáculo.

Ojala cante en el espectáculo.

Así que cuando el profesor o profesora te repita que te fijes en los acentos y que los subrayes con rotulador, si hace falte, hazle caso, por favor.

La conjugación verbal Aquí tienes un pequeño recordatorio de las formas verbales.

En español existen tres conjugaciones verbales:

Pertenecen a la 1ª Conjugación los verbos acabados en ar: cantar

Pertenecen a la 2ª Conjugación los verbos acabados en er: comer

Pertenecen a la 3ª conjugación los verbos acabados en ir: vivir.

Veamos un ejemplo de conjugación y quiero que te fijes especialmente dónde se colocan los acentos. Insisto mucho, porque si te comes los acentos de los verbos, tu redacción se empobrece y al final del texto, tienes muchas faltas que hubieras evitado, si te hubieras fijado un poco.

Voy a ponerte un ejemplo para que te convenzas de lo que te digo.

El buen profesor te pide, al comienzo de curso, una redacción sobre lo que has hecho durante el verano. Tú decides escribir tres folios, cuánto más, mejor. Cuando te la devuelve, su rostro no es precisamente amigable. No está contento.

Te preguntas qué le pasa ¿Tiene fiebre?

Pero no, es tu redacción. En rojo ha subrayado las faltas de acentuación: 30 nada menos.

Su cara está roja de ira.

¡No es para tanto¡

Si te hubieras fijado en los pretéritos imperfectos, pretéritos perfectos simples, condicionales, etc.; otro gallo hubiera cantado. Ni un acento ni medio. Recuerda que cuando contamos lo que hemos hecho en pasado, utilizamos habitualmente el pretérito perfecto simple y lo combinamos con el imperfecto y también, en ocasiones con el condicional.

Mira los ejemplos:

Todas las mañanas salía con mi novia y nos íbamos a la playa. Me lo pasé de cine. ( Ya te hubieras zampado tres acentos) ¿ Ves lo que quiero decir?

Por eso yo sí que entiendo su reacción, porque estamos hartos de decirlo. Además piensa: si alguna vez tienes que hacer un currículo para una empresa y lo llenas de faltas

de acentuación, seguramente tu currículo vaya directo

a la papelera. ¡Qué pena¡

FORMAS SIMPLES

Presente: canto, cantas, canta, cantamos, cantáis, cantan indicativo; cante, cantes, cante, cantemos, cantéis, canten subjuntivo)

Imperfecto: cantaba, cantabas, cantaba, cantábamos, cantabais, cantaban, indicativo; cantara-ase , cantaras- ases, cantara- ase, cantáramos- cantásemos, cantarais, cantaseis, cantaran, cantasen. subjuntivo)

Pretérito perfecto simple: canté, cantaste, cantó, cantamos, cantasteis, cantaron, indicativo.

Futuro imperfecto: cantaré, cantarás, cantará, cantaremos, cantareis, cantarán. Ind. .

Condicional: cantaría, cantarías, cantaría, cantaríamos, cantaríais, cantarían. Ind.

FORMAS COMPUESTAS:

Combina el verbo haber con el participio de otro verbo: he cantado, había cantado, habrá cantado.

Pretérito perfecto compuesto: he cantado, has cantado, ha...hemos, habéis...han; haya cantado hayas, haya, hayamos, hayáis, hayan...( el último subjuntivo)

Pretérito pluscuamperfecto había cantado; habías cantado, había cantado, habíamos cantado, abíais cantado, habían. cantado( indicativo)

hubiera o hubiese cantado, hubieras o hubieses cantado, hubiera o hubiese cantado, hubiéramos o hubiésemos, hubieseis o hubiereis ...hubieran o hubiesen cantado En subjuntivo, el último.

Pretérito anterior (hube cantado) hubiste cantado, hubo cantado, hubimos cantado, hubisteis cantado, hubieron cantado. No tiene correspondencia en subjuntivo.

Futuro perfecto: habré cantado, habrás cantado, habrá cantado, habremos cantado, habréis cantado, habrán cantado.; hubiere cantado, el último en subjuntivo. El futuro de subjuntivo no se usa hoy, pero si lees una novela clásica, deberás fijarte, porque ahí, sí que aparece.

Imperativo canta tú / trabaje usted/ trabajad vosotros; trabajen ellos

Imperativo

Paga tú, pague él, pagad vosotros, paguen ellos.

Escoge tú, escoja el, escoged vosotros, escojan ellos

Practica tú, practique él, practicad vosotros, practiquen ellos

Cruza tú, cruce él, cruzad vosotros, crucen ellos.

Recuerda que cuando negamos una orden el castellano usa el subjuntivo

Infinitivo, gerundio y participio: amar, haber amado, amando, habiendo amado, amado (formas no personales)

Te voy a facilitar un poco la faena recordándote qué formas verbales se acentúan. Pero, ¡por favor¡ no las olvides o te bajarán la nota en los exámenes.

Tiempos simples:

1ª Conjugación

Modo indicativo

Tiempos simples

Presente: 2ª persona del plural : saltáis

Imperfecto de indicativo: 1ª persona del plural: saltábamos.

Pretérito perfecto simple: 1ª, y 3ª del singular salté, saltó

Futuro: 1ª,2ª, 3ª del singular, 2ª y 3ª del plural: saltaré, saltarás, saltará, saltaréis, saltarán

Condicional, todas: saltaría, saltarías, saltaría, saltaríamos, saltaríais, saltarían.

Tiempos compuestos

Pretérito perfecto compuesto: habéis saltado, 2ª del plural

Pretérito pluscuamperfecto: Todas en el auxiliar: había saltado, habías saltado, etc.

Pretérito anterior ( ninguna) hubo saltado, hubiste saltado, etc.

Futuro perfecto: habré saltado, habrás saltado, habrá saltado, habréis saltado, habrán saltado.

Condicional perfecto: habría saltado, habrías saltado, todas.

Modo subjuntivo:

Presente: 2ª persona del plural: saltéis. ( cambio de vocal)

Pretérito imperfecto, sólo primera del plural:

Saltáramos o saltásemos

Tiempos compuestos

Pretérito perfecto:

2ª persona del plural: hayáis

Pretérito pluscuamperfecto: 1ª del plural: hubiéramos o hubiésemos saltado

Modo imperativo, ninguna: Salta tú, salte usted, saltemos nosotros, saltad vosotros, salten ustedes

2ª Conjugación:

Indicativo

Presente: 2ª del plural coméis

Imperfecto: todas: comía, etc.

Pretérito perfecto simple, 1ª, 3ª del singular: comí, comiste, comió.

Futuro, 1ª, 2ª, 3ª del singular, 2ª y 3ª del plural: comeré, comerás, comerá, comeremos, comeréis, comerán

Condicional: todas comería, comerías, comería.

Tiempos compuestos

Pretérito perfecto compuesto, 2ª del plural: habéis comido

Pretérito pluscuamperfecto, todas en el auxiliar: había, habías, etc.

Pretérito anterior; ninguna: hubo comido, hubiste, comido, etc.

Futuro perfecto: habré comido, habrás comido, habrá comido., habréis comido, habrán comido.

Condicional perfecto, todas: habría comido, etc.

Subjuntivo:

Tiempos simples

Presente, 2ª del plural: comáis.

Pretérito imperfecto: comiéramos o comiésemos

Pretérito perfecto: hayáis comido

Pretérito pluscuamperfecto: hubiéramos o hubiésemos comido

Modo imperativo: come tu, coma usted, comamos nosotros, comed vosotros, coman ustedes ( no lleva).

3 conjugación

Indicativo:

Presente: 2ª del plural: vivís.

Imperfecto : vivía, vivía, vivía ( todas)

Pretérito perfecto simple: 1ª y 3ª del singular: viví, vivió.

Futuro imperfecto: viviré, vivirás, vivirá, viviréis, vivirán.

Condicional, todas: viviría, viviría, viviría, etc.

Tiempos compuestos:

Pretérito perfecto compuesto: vosotros habéis vivido.

Pretérito pluscuamperfecto, todas: había vivido, habías vivido.

Pretérito anterior ( ninguna) hubo, hubiste.

Futuro perfecto: habré, habrás, habrá, habréis, habrán. ( todas)

Condicional perfecto ( todas) habría vivido.

Subjuntivo:

Presente: viváis.

Pretérito imperfecto: viviéramos o viviésemos ( 1ª del plural)

Formas compuestas:

Pretérito perfecto compuesto: hayáis vivido.

Pretérito pluscuamperfecto: hubiéramos o hubiésemos vivido

Verbos irregulares.

Ahora viene la noticia, aprenderte la lista de verbos regulares no es suficiente para el triunfo porque el castellano, al igual que otras lenguas, es una lengua con una gran cantidad de verbos irregulares que aparecen en el momento más inesperado y si no nos fijamos un poco, ¡zas!, ya hemos metido la pata y cero al cociente.

La buena noticia es que algunos de esos verbos los utilizamos todos los días y entonces nos suenan bastante, por ejemplo, el verbo ser. Tanto este verbo, como algunos otros, son una pesadilla para quienes aprenden el castellano por primera vez. Pero no creas que únicamente tienen protagonista en castellano, también son irregulares en otras lenguas.

Mira: Yo soy, tú eres, él es, nosotros somos, vosotros sois, ellos son.

Yo era, tu eras,

Yo fui, tu fuiste.

Cambia la raíz, las terminaciones no nos cuadran. Bueno, pero tienes ventaja, porque lo usas continuamente.

Veamos otros cambios.

Cambios vocálicos: Calentar ( caliento), cerrar ( cierro), empezar ( empiezo), fregar (friego), gobernar ( gobierno), sentir ( siento), herir ( hiero), mentir ( miento), poder (puedo), encontrar ( encuentro)

Oler: (presente de subjuntivo): huela, huelas, huela, olamos, oláis, huelan

Dormir ( presente de subjuntivo) duerma, duermas, duerma, durmamos, durmáis, duerman.

Cambios consonánticos: Conocer: (Subjuntivo) conozca; conducir (conduzca), parecer (parezca) huir ( huya) concluir ( concluyo/ concluya), contribuir ( contribuyo/ contribuya). Traer: traiga/ traigo; caer, caigo, caiga; decir: digo, diga; hacer: hago, haga; oír: oigo, oiga:poner: pongo, ponga; salir: salgo, salga; tener: tengo, tenga Venir: vengo, venga. Haber:he, has, ha; haya Ir: voy, vaya. Saber: sepa, sepas, sepa, ( subjuntivo)

El subjuntivo se usa con:

-Verbos y construcciones que expresan deseos: ¡ Ojalá no haya más guerras¡

-Verbos y expresiones que expresan probabilidad: Puede que no venga hoy.

- Expresión de sentimientos, emociones y valoraciones: Siento que Alberto no vaya al concierto. No me importa que lo sepa. Me importa tu rendimiento.

-Expresiones que sirven para valorar acciones: Es lógico que construyan pisos.

Ahora ten en cuenta esto:

Los verbos terminados en -iar, -uar, presentan dificultades a la hora de acentuar o no la i o la u:

acopiar, acopio; enviar, envío; aliar, alío; espiar, espío; ampliar, amplío; copiar, copio; guiar, guío, liar, lío; limpiar, limpio; criar, crío, odiar, odio; desafiar, desafío; piar, pío.
Y así sucesivamente. Si tienes problemas, consulta un listado de verbos o el diccionario, que no van a morderte.

Los verbos acabados en -cuar y -guar no se acentúan: adecuar: adecuo; evacuar, evacuo; amortiguar, amortiguo; desaguar, desaguo.

En cambio : atenuar, atenúo; perpetuar, perpetúo.

Algunas peculiaridades

¿Para qué usamos el pretérito perfecto simple?

Esta forma verbal es la única forma simple que expresa aspecto perfectivo. Se utiliza para hablar de acciones o situaciones pasadas. Indica qué sucedió en un momento concreto ya concluido en el pasado.

Anoche no salimos.

Colón descubrió América en 1492.

Se puede usar también en una secuencia de acciones, todas terminadas una después de la otra.

Cuando terminó el trabajo, se marchó a casa de su novia.

Fíjate bien:

decir - dije

estar- estuve

hacer - hice/ hizo

poder- pude

poner- puse

querer - quise

saber- supe

tener- tuve

traer- traje

venir - vine

En cambio, ¿para qué se usa el pretérito perfecto compuesto?:

Para hablar de acciones o situaciones sucedidas en un período de tiempo que llega hasta el presente. Informa de lo que ha ocurrido hoy, este año, mes, mañana, tarde, semana, últimamente.

Este mes me he leído tres libros.

Esta mañana ha venido Luís.

También lo usamos:

Para decir si hemos hecho o no algo.

¿Has terminado tus tareas?

¿Habéis acabado ya los ejercicios?

¿Y el pretérito imperfecto? ¿Por qué se dice que tiene un aspecto imperfectivo?

Se usa el pretérito imperfecto para hablar de acciones que realizábamos habitualmente en el pasado. Nos remite a aquella época del pasado en la que repetíamos un tipo de acciones determinadas.

El año pasado iba todas las tardes a clases de repaso.

Cuando era pequeña llevaba gafas.

Valores semánticos de las formas verbales

Presente.

Presente habitual: se refiere a hechos que suceden reiteradamente, han sucedido en el pasado y volverán a suceder en futuro: Todas las mañanas me levanto a las siete para ir al colegio.

Presente histórico: se refiere a acontecimientos que han ocurrido en el pasado, pero que se actualizan, como si una cámara los acercase a nosotros: Colón descubre América en 1492

Presente gnómico: se refiere a hechos intemporales o verdades aceptadas por todos:

El castellano es una lengua que procede del latín.

Presente con valor de futuro: se adelanta un acontecimiento porque estamos seguros de que va a suceder: Mañana salgo para París.

Presente con valor de imperativo: Mañana no sales, estás castigado

Usos del pretérito imperfecto:

Imperfecto habitual: para acciones que ocurrieron en el pasado de forma reiterada:

-¡Qué veranos más estupendos! Todos los años nos íbamos de viaje.

Imperfecto de cortesía: para pedir o rogar algo educadamente:

¿Querías verme?

Quería el último libro de Potter.

Imperfecto de conato: para referirse a acciones que estuvieron a punto de suceder en el pasado: Iba a salir, cuando llegó Ana.

Imperfecto de apertura: El que se utiliza para iniciar cuentos o narraciones:

Había una vez, hace muchos años.

Imperfecto de fantasía: sitúa acciones en el territorio de la fantasía o la ficción:

Tú eras el capitán y yo, tu dama.

Usos del futuro:

Futuro de probabilidad: el hablante presenta una acción del verbo como probable:

Serán los primos.

Futuro con valor de imperativo: Harás tu cuarto, quieras o no.

Futuro intensificador: Para destacar una cualidad negativa: ¡Si será tonto!

Usos del condicional

Condicional de probabilidad: el hablante presenta una acción pasada como probable:

Sería el año 1992...cuando

Condicional de cortesía: se utiliza para rebajar, atenuar un mandato o petición:

Querría usted ponerme un café.

Clasificación de los verbos.

Antiguamente el rey era el sustantivo. En torno a él, a ese sujeto, se creía que giraba el resto de los personajes de la oración. Sin embargo, hoy en día, se considera que el verdadero núcleo de la oración es el verbo, aunque no todos los verbos se comporten del mismo modo. Al igual que los hijos, los verbos varían en su forma de ser y de ahí que establezcamos esta clasificación semántica que repercute en el comportamiento de las funciones sintácticas.

La primera clasificación diferencia los verbos copulativos de los verbos predicativos.

En el primer caso (verbos copulativos), estos se comportan como puentes colgantes entre el sujeto y el predicativo, de ahí su nombre: copulativos, de cópula que significa unir. Estos verbos forman predicados llamados nominales, lo que nos da una pista: en este tipo de oraciones, la palabra más importante es el sustantivo que hace la función de sujeto. Si suprimimos el verbo, la oración sigue teniendo sentido, pese a que en algunos casos el verbo añada matices de significado. No es lo mismo:

Ana es lista

Ana está lista.

El significado varía.

Todo el mundo sabe cuáles son estos verbos: ser, estar o parecer, aunque a algunos profesores de lengua les ha dado por marear la perdiz e incluyen otros dentro del mismo saco. Así hablan de verbos semicopulativos: ponerse, quedarse, resulta etc. Pero este tipo de cuestiones son para los gramáticos. A ti lo que te interesa es que los tres verbos mencionados en primer lugar actúan como copulativos.

Ana está enferma.

Luisa es mi compañera

Raquel parece lista.

Sin embargo fíjate en la diferencia entre estas dos oraciones:

María está en Valencia

María es de Valencia.

En el primer caso, María está en Valencia, el complemento que aparece detrás del verbo nos indica que ahí el verbo no tiene una función copulativa, porque no es ninguna cualidad de María, el estar en Valencia.

Pero en María es de Valencia, se entiende que María es valenciana. Ahí sí que es una cualidad de María.

Ahora veamos cuáles son los valores más importantes de los verbos ser y estar, para que los recuerdes.

El verbo ser, uno de los verbos más irregulares, se usa:

a) Para identificar a personas o cosas: Esta es María, mi nueva vecina.

  • b) Para decir la profesión, nacionalidad o religión: Mi hermano Luís es médico.
  • c) Para establecer la relación o parentesco: Ella y yo somos primas.
  • d) Para expresar cualidades: Esta película es muy divertida.
  • e) Para indicar tiempo, cantidad o precio:- ¿Qué hora es? -Son las tres, hora de comer.
  • f) Para indicar el origen, la materia o la posesión.

origen: -¿De dónde sois, vosotros? Somos de Valencia

materia: Estos pendientes son de oro. Ten cuidado, no vayas a perderlos.

posesión: Ese coche es de Pedro, nuestro director.

Por su parte, el verbo estar lo empleamos:

  • a) Para indicar la situación de alguien o algo:

El video está en la sala de profesores.

  • b) Para indicar algunos estados físicos o anímicos temporales:

No es lo mismo decir Juan es guapo, cualidad que lo define.

Pero si digo Juan está guapo, entiendo que hoy está guapo, no significa necesariamente que lo sea.

  • c) Para referirnos a situaciones temporales:

Esta sopa está muy caliente.

La casa está sucia. Hay que limpiarla entre todos.

Verbos predicativos: El resto de verbos, que no son copulativos, se consideran predicativos. Estos sí que son importantes para el sentido de la oración, o sea, que tienen un significado, no son meros puentes o enlaces.

Anabel realizó el trabajo de matemáticas.

Ana trabaja en el hospital.

Jorge ha comprado un ordenador para el Instituto.

En estas oraciones el verbo es necesario para entender el sentido de la frase.

Los verbos predicativos se dividen a su vez en verbos transitivos o intransitivos.

Verbos transitivos: necesitan un complemento directo que complete su significado.

Que Ana ve ¿qué. Ana ve la película,

Que Inma compra, ¿qué? Inma compra pan.

En todas estas frases el verbo es transitivo, porque necesita el complemento que nos indique qué es lo que compra o lo que ve.

Verbos intransitivos: En estos, no es necesario añadir un complemento directo para completar su significado: correr, vivir, etc.

El hombre corría, como alma que lleva el diablo.

No obstante, los verbos intransitivos pueden tener en ocasiones un complemento directo, aunque en este caso se puede quitar, tiene pues un sentido intensificador

Yo vivo la viva como me viene.

Otras clases de verbos que es bueno conocer,

Verbos pronominales. Son aquellos que se conjugan siempre con un pronombre. El pronombre que aparece en estos verbos no hace ninguna función en la frase, forma parte del verbo.

Verbos con pronombres: arrepentirse, quejarse.

Me arrepiento sinceramente de lo que te dije.

Esa profesora se queja de todo.

Verbos que pueden aparecer con pronombre y sin él: dormirse/ dormir; marchase/ marcha.

El trabajo marcha divinamente.

Se marchó sin decir adiós.

Anoche dormí como un tronco.

He llegado tarde a clase, porque me he dormido.

Errores comunes con verbos pronominales:

Es frecuente el error de emplear verbos pronominales como no pronominales.

En este programa sólo clasifican los mejores (se clasifican)

El nadador recupera bien de su lesión (se recupera bien)

También puede aparecer el error contrario:

Verbos no pronominales que se usan como pronominales:

No me recuerdo de lo que te dije (incorrecto)

No recuerdo lo que te dije ( correcto).

Verbos auxiliares: sirven para formar las formas compuestas de los verbos (haber) o para construir las perífrasis verbales.

Verbos defectivos:

Son verbos que presentan una conjugación incompleta: abolir, acontecer, soler.

El verbo soler, por ejemplo, en indicativo sólo se usa en presente (suelo), pretérito perfecto simple (solí), pretérito imperfecto (solía). Del subjuntivo, en este caso, sólo se usa el presente ( suela).

Verbos unipersonales:

Conocidos también como verbos impersonales, son verbos que sólo se conjugan en tercera persona del singular: granizar, nevar, haber....

Se consideran también un subconjunto dentro del conjunto de los verbos defectivos.

tronar, amanecer, atardecer, relampaguear, etc.

Piensa que lógicamente no sabemos quien graniza, nieva, atardece.

Fíjate además en esta Frase:

Hay vino en la nevera: vino es un complemento directo, porque es lo que hay en la nevera.

Hay un hombre en la puerta ( un hombre es también el CD).

Expresiones del tipo:

Habían unos alumnos en el patio ( Incorrecta) Lo correcto sería Había unos alumnos en el patio. Unos alumnos es el CD, no el sujeto.

ACTIVIDADES

1. Analiza las formas verbales de estas greguerías: ( METÁFORA + HUMOR):

a) El poeta se alimenta con galletas de luna. b) El beso parecerá siempre la antesala de los sentimientos. c) Si el espejo corriese de pronto su cortina de azogue, veríamos nuestra radiografía d) El mar habría querido hacer tirabuzones, pero nunca lo consigue. F) El grillo medirá siempre las pulsaciones de la noche. g) Poner notas a los libros es un atrevimiento como lo sería el retocar los cuadros de una exposición. h) La cabeza sería la pecera de las ideas, si la utilizásemos adecuadamente i) Las serpientes serán siempre las corbatas de los árboles. k) Si hubiera habido fotógrafo en el Paraíso habría sido bochornoso el retrato de bodas de Adán y Eva. l) El agua siempre se había soltado el pelo en las cascadas .m) Si se pudiera aprovechar el aburrimiento, tendríamos el salto de agua con más millones de caballos de fuerza.

2. Dos nuevos padres

Actividad: Has una relación de los verbos que aparecen en tiempo presente. D) Detecta frases de tipo coloquial. F) Localiza aquellas frases en las que haya elisión verbal. Especifica, cuál es el verbo que falta y en qué tiempo debería estar.

Hacía muy poco tiempo que habían tenido un hijo cada uno de los dos. Se encontraron en la calle. Llovía.

PACO: -¿Cómo estás, Fernando?

FERNANDO: -Muy bien, ¿y tú, Paco?

PACO: -Excelente. Bueno, ya sé que has tenido un niño.

FERNANDO:-Sí, y tú otro, ¿no?

PACO:-¿Qué tiempo ( tener) el tuyo?

FERNANDO: -Cinco meses. ¿Y el tuyo?

PACO: -Cinco meses y tres días.

FERNANDO: -¡Ah! bueno. Es mucho mayor que el mío.

PACO:- Pché.

FERNANDO:- ¿Lo cría ella?

PACO: -Sí, claro. ¿ y el tuyo?

FERNANDO: -Claro, sí.

PACO:-El mío está hecho un becerro.

FERNANDO: -¡Pues anda que el mío!

PACO: -Parece mentira que sean tan pequeñitos y tan listos, ¿verdad? Por lo menos el mío es una cosa....

FERNANDO: -¡Si conocieras el mío!

PACO: -El mío es igual que yo. Clavado.

FERNANDO:- Sí, yo te enseño unas fotografías de cuando yo tenía esa edad, no sabrías distinguirlas de mi hijo. Somos un calco.

PACO:-¿Duerme bien el tuyo?

FERNANDO: -Toda la noche de un tirón.

PACO: -El mío, ni se entera. Una papilla a las diez de la noche, y hasta las siete de la mañana no rechista.

FERNANDO:- ¿Hasta las siete, dices? El mío no abre los ojos hasta las siete y cuarto.

PACO: -¿Cómo le has puesto?

FERNANDO: - ¿Y tú?

PACO: -Paco...

FERNANDO:- Yo, como me llamo Fernando....

PACO: -¿Cuánto pesa el tuyo?

FERNANDO: - Unos...unos...¡ y el tuyo?

PACO: - Te lo he preguntado yo antes.

FERNANDO: -No recuerdo exactamente. Creo que unos ocho kilos y medio

PACO: -Doscientos gramos menos que el mío.

FERNANDO: -Bueno, es que son tres días de diferencia.

PACO: Sí, claro.

FERNANDO: -Pues tenías que verlo. Éste coge a un niño de diez meses y lo destroza.

PACO: -Pues el otro día tuvimos un disgusto en casa porque el mío agarró al de la vecina, que tiene ya casi un año, y lo puso perdido. Es una bestia.

FERNANDO: - Nosotros le llamamos "La mula parda".

PACO: - ¿Al mío?

FERNANDO: - No, al nuestro

Y se despiden. Una hora después se encuentran, por casualidad, en la consulta del puericultor.

FERNANDO - ¡Hombre, Paco! ¿Tú por aquí?

PACO: Ya ves. ¿Qué? ¿Qué te cuentas?

José Luis Coll: Cosas mías.

Un poquitín más de gramática española.

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